Desde su descubrimiento, el diamante ha fascinado a la humanidad. Famoso por su excepcional dureza, hoy es su brillo lo que hace del diamante la más noble de las gemas. Los diamantes están formados por átomos cúbicos de carbono, que cristalizan entre 150 y 200 kilómetros bajo tierra en condiciones de temperatura y presión extremas.
Esta rareza llevó a los químicos a sintetizar diamantes a mediados del siglo XX (para la joyería, pero también para la industria).
Pero, ¿cómo distinguir un diamante auténtico de una imitación o de un diamante sintético?
Diamantes falsos y diamantes sintéticos
Tenga cuidado de no confundir los diamantes naturales con las imitaciones y los sintéticos. Los diamantes artificiales son fabricados por el hombre, pero son diamantes reales, con las mismas características que un diamante extraído.
Para sintetizar diamantes se utilizan tres técnicas:
- La técnica HPHT (alta presión, alta temperatura): Este método consiste en mezclar carbono y metales de transición a muy alta presión y temperatura para reproducir el proceso natural de formación del diamante. Por el momento, esta técnica sólo puede utilizarse para producir diamantes de colores (amarillo, naranja, rosa y azul).
- Deposición química en fase vapor (CVD): Este método crea diamantes en capas sucesivas. Los diamantes obtenidos son más puros que con el método anterior, pero son menos resistentes.
- Etanol: Esta técnica consiste en aplicar una fina capa de diamantes sintéticos a un material para hacerlo más resistente. La solución utilizada está compuesta por un 40% de etanol y un 60% de agua.
Los diamantes de imitación, en cambio, son piedras con características diferentes que, sin embargo, pueden confundirse visualmente con los auténticos.
Para imitar esta gema se utilizan diversos cristales sintéticos o naturales, como:
- Circonio (u óxido de circonio): es una cerámica utilizada en su forma transparente. No confundir con el circón, que es una piedra natural.
- Moissanita: carburo de silicio.
- Granate: granate sintético fabricado a partir de granate de itrio y aluminio (YAG).
- Zafiro blanco.
Cómo distinguir un diamante auténtico de una imitación
1. Prueba con papel de lija
Coja un papel de lija y frótelo contra su piedra. Si la piedra está dañada, no es un diamante.
2. Prueba de niebla
Sople aire caliente sobre su piedra. Si se empaña, no es un diamante auténtico. Un diamante real difunde el calor, por lo que no se empaña.
3. Prueba de puntada con bolígrafo negro
Coja una hoja de papel y dibuje un punto con un bolígrafo negro. Coloque la piedra sobre el punto negro. Si aparece un reflejo circular y se ve el punto, no es un diamante. Si es un diamante de verdad, el reflejo se extenderá hasta hacerse casi imperceptible.
4. Prueba del vaso de agua
Sumerja su piedra en un vaso lleno de agua. Si flota, no es un diamante. Un diamante de verdad se hundiría hasta el fondo del vaso debido a su alta densidad.
Cómo diferenciar un diamante natural de un diamante sintético
Un diamante artificial es más complicado de reconocer porque tiene exactamente las mismas características que uno real. Para obtener una respuesta fiable, debe utilizar un equipo profesional o acudir directamente a su joyero.